La historia Indígena de San Ramón al alcance de todos

Caminando por una de las milpas de mi abuelo me encontré una cantidad de artefactos indígenas espectacular. Ver Figura 1 con algunas muestras. Aunque la mayoría son piezas que están quebradas le queda a uno un impulso gigante de tratar de reconstruir como era el pasado de los indígenas en estas tierras moncheñas.

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Figura 1. Artefacto encontrado en la milpa de mi abuelo.

Hablando con un vecino me contaba que ahí mismo, por la cerca de los Rodríguez, la Universidad de Costa Rica había venido años atrás a desenterrar artefactos indígenas. Aparentemente, les fue muy bien y me contó que incluso uno de los trabajadores de la Universidad se encontró una estatuilla de oro bastante grande. Después de eso, el famoso trabajador nunca más volvió a aparecer por la Universidad. Me contaba también este vecino que las guacas de indios están casi sobre la superficie. La probabilidad de encontrarse una de estas guacas es bastante alta si el terreno no ha sido trabajado, como si ocurrió en la caso de la milpa de mi abuelo. Según arqueólogos que se han dado a la tarea de desterrar esta herencia indígena, las guacas en San Ramón se encuentran lo más a 25 cm de la superficie y por lo general son montículos que son notorios a la distancia. Esto concuerda bastante bien con la versión que me dio el vecino.

Aparentemente toda esa milpa de mi abuelo solía ser un campamento indígena. Hay hasta rastros de un camino de piedra construido por los mismos indígenas. Se habla también de muchos otros descubrimientos. Mi papá encontró en los años 60 del siglo pasado un trípode intacto el cual lo vendió en 50 colones ya que él no le vio ningún valor, que lástima. Siendo yo ya un niño en la misma milpa mi papá encontró también una escultura pequeña de jade. Recuerdo que era común encontrar restos de silbatos y patas de vasijas quebradas, así como piedras labradas en forma de hachas. Otro vecino había encontrado una escultura similar en forma de pato. El color de los artefactos rotos en el suelo indica que estos habitantes usaban mucho el color rojo para las vasijas, y algunas esculturas. La piedra muy probablemente era labrada con una roca volcánica negra muy dura (Figura 1, foto arriba a la izquierda), que permitía moldear roca más suave. Según la tesis Doctoral “Social Change in Pre‐Columbian San Ramon de Alajuela, Costa Rica, and its Relation with Adjacent Regions “de Maurio Murrillo defendida en la Universidad de Pittsburg, Pennsilvania, Estados Unidos en el 2008 se ha identificado que en San Ramón se han encontrado restos mayoritariamente del periodo Curridabat (300-900 A.D.) y estos reflejan las características de los artefactos antes descritos encontrados en la milpa de mi abuelo. Ver Figura 2.

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Figura 2. Artefactos del perido Curridabat encontradas por Murillo (2008)

Aunque también Murillo encontró bastante evidencia de artefactos de los periodos Barba (1000-300 B.D), Pavas (300 B.C-300 A.D) y de Cartago (900-1550 A.D). Al ver también los resultados de la tesis doctoral de Murillo se observa que donde está la milpa de mi abuelo (Concepción), efectivamente se habrían localizado villas de indígenas de casi todos los periodos. Ver Figura 3. Según las estimaciones de Murillo en el periodo Curridabat hasta 750 personas habitan el área mostrada en la Figura 3. En la misma Figura se puede ver las densidades de población estimadas por Murrillo para los diferentes periodos.

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Figura 3. Densidad de población indígena estimada por Murillo (2008) por periodos

En fin, es intenso el sentimiento que se adquiere cuando se camina por esta milpa y se ven tirados por todos lados los artefactos quebrados de hace cientos de años o quizás miles de años. La historia está ahí al alcance de aquellos que les interesa entender como vivieron. Aprender descubriendo es un método increíble para niños y también para adultos, y que mejor que ponerlo en práctica descubriendo la historia de nuestro querido San Ramón.